Exactamente hoy hace 2 años tomé un par de maletas y me embarqué en un avión rumbo a Madrid. Dias antes de irme pensé, que sería muy conveniente para mi si compraba una plancha de cabello que funcionara con electricidad 220 y 110. De esta forma garantizaría que podía tener el cabello en condiciones adecuadas, independientemente de en dónde estuviera.
Como tener el cabello arreglado es casi un asunto de estado, estaba dispuesta a comprar la mejor plancha posible. Sin embargo resultó increíblemente difícil conseguir una, con tales características. Los vendedores de tiendas de cabello me miraban como si fuera yo una extraterrestre, revisando cables y pidiendo información acerca del tipo de electricidad. Finalmente la conseguí, una plancha marca Reminton, que no destacaba particularmente por su apariencia de producto profesional, pero tenía lo que yo necesitaba, electricidad dual. Además de mi pasaporte, lo primero que tenía que incluir en mi maleta era sin duda mi recién comprada plancha de cabello.
La plancha resultó ser todo menos lo que yo necesitaba, sin embargo me resistía a la idea de salir a comprarme otra plancha más. No dudo que existan otros productos de la marca Reminton de muy buena calidad, pero ésta definitivamente no lo es. Mi cabello más que rizarse, se “espanta” por lo cual necesito algo que caliente de verdad. La super exclusiva plancha con electricidad dual, me saca del apuro por unos días, pero no hace el trabajo duro.
Después de más de una molestia con la fulana Reminton, asumí que teníamos un problema y que era necesario separarnos por un tiempo. Me voy a una tienda y comienzo a ver la increíble variedad de marcas que hay, sin dudarlo ni por un segundo le pregunté al vendedor cuál era la mejor plancha que tenía. Así conocí a mi gran compañera de vida, una plancha de cabello marca Solac.
Venía en una caja negra con dorado, guapísima, ultima tecnología e incluía también un estuche térmico para guardarla aunque estuviese caliente a matar. La plancha Solac resultó ser buenísima, fácil y cómoda para usar, parecía desarrollada por la Nasa. Más que arreglarlo, la verdad es que hacia milagros con mi cabello. Yo estaba increíblemente feliz!!
Es así, como mi plancha y yo establecimos una bonita amistad que duró casi un año. Realmente yo más que quererla, la necesitaba, me volví total y absolutamente dependiente de mi querida planchita. La trataba como a la niña de mis ojos, y como no, con todo el cariño y la dedicación que me brindaba ella a mí. Finalmente un día arreglándome para salir a cenar, mi querida amiga, así como si nada, simplemente murió…
Al día siguiente mi amiga Renata fue a cenar a mi casa y haciéndose participe de mi problema, me dejó su plancha prestada mientras yo resolvía tan urgente situación. Como además de apoyo incondicional ella es Ingeniero Mecánico, me sugirió que pudiese ser un fusible quemado. Yo confié plenamente en su juicio, y retornó la sensación de bienestar a mi vida. Después de todo, fue así de repente y en pleno uso, que sin emitir ni un suspiro, simplemente se apagó. Afortunadamente todavía estaba en garantía así que la llevaría más pronto que inmediatamente a arreglar.
Entre una cosa y otra el tiempo se me pasó. Estaba preparando mi viaje de vuelta y no tuve el tiempo, o tal vez la organización, para llevar a reparar mi queridísima plancha Solac. Tuve que devolverme para Venezuela, y por la cantidad de cosas que tenía, dejar el 80 % de mis pertenencias en Madrid; entre ellas mi queridísima, y aún dañada, plancha de cabello. Mi instinto me dijo que debía ser lo primero en llevarme, pero la electricidad no era la misma y no sabía si me la podrían reparar por aquí.
Ya seis meses han pasado y he probado muchas, pero nada igual a ti mi queridísima Solac. La Reminton se ha convertido con el tiempo, en una buena amiga y fiel compañera de viajes; ya no peleo con ella pero entiendo que tiene sus limitaciones. Decidí repetir la historia, pero en versión tropical, y me fui a una tienda en Caracas a preguntar nuevamente por la mejor plancha que ellos tuvieran allí. Compré una marca Babyliss, que al parecer es la más popular por estas tierras. Con la misma forma que la Solac, que además de alisar puede hacerme rulos también. Sin embargo no es lo mismo, ni es igual. No me termina de gustar, realmente no quedé satisfecha y te sigo echando mucho de menos mi querida planchita.
Despues de mucho investigar en páginas web de fabricantes de planchas de cabello. Entendí que la Babyliss no es mala, sino que simplemente no es mi supertecnologica Solac. Esta es buena, pero cuando se comparan definitivamente la pobre Babyliss se queda corta. Después de haber probado lo mejor, ya cualquier comparación resulta dolorosa.
La plancha de cabello Solac es mi Lovemark personal. Las Lovemarks, o marcas a las que amamos, llegan a la mente y al corazón del consumidor; estableciendo una conexión emocional íntima de amor y respeto. Se genera un cuando esperamos un buen performance de producto y este supera con creces nuestras expectativas. Si tenemos una buena marca, una buena de verdad, esto es lo que hay que buscar generar, amor y respecto por parte del consumidor. Incluso existe un ranking, ya me debería encargar yo de mandar la información de mi planchita Solac.
Con casi 100 años de operaciones, la marca española Solac tiene la sede principal en Vitoria, País Vasco. Desde el 2005 es parte del grupo Cegasa, quien ya tenía unos años comercializando sus productos. Tienen operaciones en Europa, Asia, Africa y Oriente Medio, pero ni la más remota presencia en norte, centro ni sur América : (
Por mi adorada Solac pagué casi 90 Euros, pero asegurando que vale lo que pesa en oro, puedo decir que realmente me salió muy económica. El haber estado tan contenta con mi cabello durante 10 meses, me salió tan solo en 9 Euros al mes. Mejor aún 30 céntimos de Euro por cada día de felicidad.
Ya me informé que puede que trabaje bien con un transformador de voltaje. También conseguí un técnico, que puede que le eche una mano y la ponga en marcha. Tanta globalización y tanta globalización, pero ya viene siendo hora de que estandaricen también el tema este de la luz.
Bueno el tema es que si tienes electricidad 220 y necesitas una plancha, búscate sin duda una plancha Solac. Si no te gusta, estas en todo el derecho de insultarme, o mejor aun de regalármela para usarla yo. Sin embargo dudo que alguien se arrepienta. En la página web de Solac dice “Lo que hacemos, lo hacemos bien” y más que bien, lo hacen excelente. Cómo te echo de menos amiga, mi querida plancha de pelo Solac.
www.lovemarks.com