sábado, 27 de noviembre de 2010

La Leyenda de la Pasta de Dientes


Cuenta la leyenda que había una vez una chica, muy simpática e inteligente, que fue contratada por una famosa empresa para gestionar su marca de pasta de dientes. Su misión era alcanzar un incremento de un 20% en las ventas de la mencionada pasta, las cuales no crecían ni con actos de magia.

Después de un profundo análisis junto a una riquísima taza de café, la chica dio con la solución. Había que aumentar en decimas de milímetros, el diámetro de la boca de salida, del tubo de pasta de dientes. Después de todo, la gente siempre pone un gusanito de colores a lo largo de todas las cerdas del cepillo. Los consumidores no notarían que la pasta es mas gordita, pero el tubo se agotaría más rápidamente.  Su jefe estaría feliz con el incremento en las ventas, y ella con su bono de productividad se iría de vacaciones a Tailandia.

Este relato me fue contado de una manera mucho más seria y formal, por mi querido amigo Salva, quien siempre tiene cosas interesantísimas que contar. Ahora me pregunto yo que vino primero el huevo o la gallina? O lo que es lo mismo, cuál es el origen de la costumbre de echar pasta a lo largo de todo el cepillo? Fue una tendencia natural, que luego se aprovecho como estrategia publicitaria? o por el contrario, fue una necesidad creada como producto de una campaña de medios, y que hoy en día está presente en el imaginario colectivo de aquellos que nos cepillamos los dientes. Créanme hay algunos que no lo hacen…

Sin duda la estrategia del aumento del diámetro de la boca del tubo, solo funciona si se toma como un hecho cierto que la gente pondrá pasta a lo largo de todo el cepillo. Las otras marcas bien felices que deben haber aprovechado también el empujón, después de todo para el consumidor es muy difícil discriminar “Con esta sí, con esta no, con esta pastica me lavaré yo”.

 Ahora, encontré por allí la parte 2 de la leyenda. Al año siguiente el jefe de la chica vino otra vez con el cuento de incrementar las ventas etc, etc, etc. Se inventaron un kit promocional en donde la pasta de dientes venia con un cepillo de regalo, el cual era 15% más largo. Tan, tan nuevamente la magia del marketing …

El tema es cómo pequeñísimas diferencias generan grandes cambios de profundo impacto. Yo busque algo por allí en Google y la historia continua en categoría de leyenda, ya que varias personas se adjudican la autoría de dicha acción. Por eso el nombre de la marca no me lo pregunten, escojan la que quieran, pues después de todo es una leyenda. De momento a mi me han dado unas ganas enormes de irme a cepillar y de poner doble ración de pasta en mi cepillo de dientes. 

3 comentarios:

  1. Me encanta desbordar la pasta de dientes en el cepillo jajajajajajaj

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  2. Muy bueno el relato Raydav. Un día hablando con mi dentista, le pregunté cuanta pasta había que usar. Su respuesta me dejó loco: "hace falta poco más de un grano de guisante, pero la gente pone mucha más".

    La industria de los dentífricos no podría estar más contenta con todos nosotros.

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  3. También he oido que solo hace falta una pequeña cantidad de pasta en el cepillo, sin embargo no se, no es el mismo feeling jejeje

    Cuando ponemos bastante pasta no queda el aliento fresco por muchisimo rato. Los fabricantes estaran contentisimos de que pensemos esto.

    Saludos a ambos

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